Una imagen una historia. Origen
Una imagen una historia
Como un año nuevo comienza, también nuevos retos, y para este año serán muchos y distintos proyectos, pero para dar origen a algo nuevo es importante saber la historia, algo así como todo final tiene un principio, o toda historia comienza por érase una vez… y a sus inicios, la fotografía no era considerada arte.
La primera exposición de mí galería la titulé Origen, y no solo por ser la primera, si no porque también, las obras allí expuestas representaban ese comienzo.
Una de las imágenes tituladas “El Bar de Venezuela”, apertura también este pequeño espacio de acercamiento, el que he nombrado «Una imagen, una historia».
Para entrar en contexto les comentaré también un poco sobre mis referentes y de cómo forman parte de las historias y de las imágenes.
Y qué mejor referente para dar inicio, que el fotógrafo Alfred Stieglitz (1864-1946 estadounidense de origen judío-alemán), quien luchó por hacer de la concepción de la fotografía como un arte. Entonces, debo nombrar la teoría de la equivalencia de Stieglitz, en su serie fotográfica de nubes en el cielo y nada más…
Alfred Stieglitz, la fotografía como arte
Los fotógrafos tenemos el poder de contar historias jugando con los objetos, como los escritores con las palabras. Cuando fotografió un espacio, un árbol o unas nubes, no es porque quiera reflejar eso, sino porque son fuertes símbolos que explican cómo puedo sentirme; concibo la fotografía como arte
Origen, la fotografía como mi arte
Para volver a la imagen: “El Bar de Venezuela”, debo agregar que, soy una venezolana viviendo en España, pero al tomar esta foto todavía vivía en mi país y la foto fue tomada en León-España, no se si todavía existe dicho bar, así como ya no se, si mi país sigue estando allí, debajo de todo ese proceso de descomposición desde hace 20 años o más.
La fotografía es la imagen que quiero mostrar, lo que siento en ese momento, el recuerdo que quiero perdurar en el tiempo.
Cuando tome esa imagen, me encontraba del otro lado de la esquina, reconociéndome con un nombre, con un escudo, y hasta con el color verde (verde esperanza).
En una esquina, viendo rejas, desde lejos, reflexionado cuando podré caminar por allí, por sus calles con tranquilidad. No se si ahora volveré, en ese momento si tenia fecha de regreso.
Ver a Venezuela desde lejos, desde el otro lado del charco, lleno de carencias, enfocándome apenas con algo, pero que ni siquiera me pertenece o que no me siento que pertenezco, siempre me sentí así, a lo mejor por eso me he adaptado bastante bien.
Cuando me detengo, observo, y siento la emoción que me envuelve, un pensamiento aparece; entonces decido componer la imagen que quiero entregar, regalar o mostrar.
También es verdad, que en momentos más positivos puedo explorar mi país, en otras imágenes que he fotografiado y que ahora repaso, de mucho tiempo más atrás, igualmente en otra cuidad.
¿Quieres arte para decorar tu hogar?
Que mejor formar de decorar tu hogar con una exposición de fotografías, comienza tu propia colección de arte.